Por un país hacia la Libertad

En nuestro país ya es cotidiano escuchar en los medios de comunicación la noticia de algún liberado, rescatado o secuestrado por los grupos al margen de la ley, y sin embargo se continúa hablando de los famosos Derechos Humanos, dentro de los cuales está incluido el derecho que se refiere al complejo término de “libertad”, ése que tiene variadas connotaciones en los que tenemos derecho a vivirla y disfrutarla. Según la Declaración de Derechos del Hombre de 1789, en su artículo 4º, la libertad es “poder hacer todo lo que no dañe a otras personas. Lo que dañe a otras personas lo determina la ley”. Por su parte, en la Declaración de los Jacobinos, en su artículo 6º, “es el poder que pertenece al hombre de hacer todo lo que no dañe a los derechos de los demás”. Su límite moral es no hacer a los demás lo que no quiero que me hagan a mí. 

 Es necesario mencionar, aclarar y pensar que la libertad siempre está relacionada al ser, al Estado y a la igualdad. Cuando una persona es y se siente libre tiene más capacidades para desarrollar sus manifestaciones y facultades corporales e intelectuales, claro está siempre y cuando pertenezca a un país que proclame la libertad en paralelo con la igualdad, y no uno tirano, injusto y desigual. Aunque no baste con proclamarlo y llenarse diciendo que hay libertad de opinión, cuando detrás está la amenaza por hacer oficial un tema escandaloso, por ejemplo.

La misma libertad que les asignó a los griegos cierto sentimiento de inmortalidad, orgullo y privilegio está siendo arrebatada a los colombianos día tras día y no queda más que lamentarnos y ejercer presión a los organismos del Estado para que intenten defendernos. Pero falta, también, más apropiación de este derecho en la sociedad en general. No se deja de ser libre sólo tras las rejas, se deja de ser libre cuando no está la posibilidad de actuar sin ser obligado e impedido por los demás. Según Bobbio es no obligar a los otros a hacer algo que no quieren hacer. Si no hay impedimentos externos para hacer las cosas habrá más libertad.

También se habla de libertad como la posibilidad de participar activamente en la conformación de la voluntad general y en tener una actitud democrática. Igualmente se trata una libertad que le permite al hombre estar en busca de medios para satisfacer sus necesidades económicas, sociales y culturales.

Reconocimiento de la libertad y la igualdad

Con la libertad viene ligado el tema de reconocimiento del derecho, y de permitirse pensar que todos los que están privados de la libertad son iguales, tienen los mismos derechos, familias y deseos de ser libres otra vez.  La sociedad puede entender que igual de importancia se le dará a una noticia que relate el secuestro o liberación de una figura pública a un civil o militar. Pero cuando los medios de comunicación centran su atención durante semanas sobre el rescate de un político y a medias narran la noticia de otros liberados, crece una incógnita. ¿Quién es más importante para quiénes en el momento de la noticia?

Aunque algunos periodistas defienden el largo despliegue del rescate de Ingrid Betancur diciendo que ella era la figura más representativa por ser una candidata presidencial, por sus vínculos internacionales, entre otros,  fue exagerado el cubrimiento que se le dio durante los días siguientes, cosa que no se hizo con los demás rescatados. A ellos se les mencionó y hasta aparecieron en una que otra fotografía el mismo día de la noticia. Pero de ellos no se supo nada más durante los siguientes días. Una que otra nota protagonizaron en algunos medios, pero fue muy superficial en comparación con la importancia que se le dio a la ex-candidata presidencial.

Entonces, la libertad es ejercer el derecho a hacer todo lo que no agreda a otros, la búsqueda de satisfacer las diferentes necesidades, pero también es importante entenderla como el reconocimiento de la existencia como seres humanos y no como la invisibilización, esa que bien hicieron los medios con el rescate de los militares y policías.

L.Libertad.doc (24 kB)